Cualquier tema entra mejor con comida y eso hacemos en Casa Cavestany, comer, de vez en cuando hablar y cuando tenemos la boca llena lo suplimos con esos hits atemporales que tenias enterrados bajo siete candados en lo más profundo de tu estómago. En cada programa nos vistan amigos, invitados especiales y amigos que a su vez son invitados especiales atraídos por los cantos de sirena que producen los torreznos y el licor de café. Un podcast que ni canta, ni baila, pero no se lo pierdan